toma de contacto

El sol con el que acabé la entrada anterior duró aproximadamente 10 minutos porque a partir de entonces solo hemos tenido nieve, viento y mucho frío. El viernes por la mañana hice el primer intento de conocer la ciudad, quería ver el mar, y lo vi pero no lo disfruté. Casi me congelo sacando la foto. Tenía intención de perderme un poco por la ciudad, pero desistí. Así no se puede!!
En fin, para ubicarnos un poco: la ciudad donde vivo se llama Gdynia y forma parte de lo que llaman Trójmiasto o triciudad junto con Sopot y Gdansk. Las tres ciudades están tan cerquita que parecen una sola. Según los polacos Gdansk es la ciudad histórica y cultural, Sopot la de la fiesta y Gdynia la más cómoda para vivir.

De lo poco que de momento puedo contar:
Gdynia será muy cómoda para vivir, pero es horrible; y eso no creo que cambie ni cuando salga el sol. Es la más nueva, se construyó hace unos 80 años por la necesidad de darle un puerto a Gdansk y en unos 4 años estaba terminada: ¡Así ha quedado! Bloques de edificios típicos de la época comunista, sin ningún encanto.

De lo que más puedo hablar de momento es de la noche de Sopot. El viernes salí con dos profes de español: Jon y Kike y dos amigos de éste que estaban de visita. Da la casualidad de que Kike, que es de Segovia, estudió traducción en Soria, así que tuvimos tema para rato. La noche fue genial. Jon y Kike llevan alrededor de 5 meses en Gdynia, pero están deseando largarse y de hecho en 2 semanas ya no estarán aquí. ¡Lástima! Su experiencia ha sido bastante mala, así que no me lo han pintado muy bien. Si siguiera escuchando a Jon haría las maletas y me iría yo también.
Todavía no sé si Sopot es una ciudad bonita o no, solo la he visto de noche y con ventisca, pero en los bares se está bien y es verdad, aquí es donde sale la gente. Eso sí, me parece una ciudad bastante elitista o pija o snob. Para entrar en muchos de los bares y clubs se necesita una tarjeta de socio que según lo que me han comentado es una mera excusa para dejarte pasar o no, porque lo que realmente debe funcionar es el "face control", que viene a ser: no me gusta tu jeta y te quedas en la calle. La nuestra no les debió gustar mucho, pero convencimos a un grupo de gente que salía para que nos echara una mano y conseguimos entrar. ¡Qué triste! Pedir ayuda para entrar en un club de estos. Bueno, el sitio estaba bastante bien y la música también. Primeras impresiones:

1.- los polacos tienen el mismo sentido del ritmo que los alemanes. Según César, el amigo de Kike, les falta el movimiento pélvico y aquellos que excepcionalmente lo tienen puede ser debido a un origen medio latino o bien a una anomalía genética.
2.- no beben mientras bailan. Supongo que necesitan concentrarse.
3.- cuando ponen una canción que les gusta, la pista se llena de gente y nada más terminar la canción vuelven a salir de la pista. Claro, para beber.
4.- les gusta bailar en parejas independientemente de la música que pongan, pero no en plan pasodoble casto y tranquilo, sino más bien en plan lambada a lo bestia. En palabras de Alberto, otro de los españoles, lo que hacen aquí es "frotar la cebolleta" o "cebolleting" cuando llevas dos copas. ¡¡Alucinante!! Aquí la peña se tiene que ir con una temperatura a casa que no puede ser sano.
5.- las polacas no están mal, pero joodeer ellos que feos son.
6.- entre tres y media y cuatro todo el mundo a casa.

Bueno, la verdad es que la noche estuvo genial y tenía un par de fotos, pero como no estoy escribiendo desde mi ordenador y esto todavía va a ser un poquito caos hasta que esté en mi casa, pues os voy a hacer esperar.
El sábado celebramos el cumple de Álvaro, mi jefe, y repetimos en Sopot. Más de lo mismo pero con más polacos que españoles. Hasta ahora nada que objetar, pero para no precipitarme ese tema lo tocaré más adelante. Bueno éste y algun otro que ya me está rondando...

Vale, hoy me estoy alargando, así que mañana sigo...